Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo

La silueta de Alcañiz está dominada por el Castillo de los Calatravos, una de las fortalezas más imponentes de Aragón, situada en lo alto de una loma y que, desde sus inicios, ha sido castillo, palacio, cárcel, cuartel, cementerio y residencia. Hoy en día, puedes alojarte en él ya que es el Parador Nacional de Alcañiz.

Desde lo alto de la loma de Pui Pinos, se desciende por sus faldas para adentrarse en el entramado de calles de la capital del Bajo Aragón, antaño afamado circuito urbano de carreras de automóviles. 

Sorprende su plaza de España por el conjunto de edificios que la conforman; el Ayuntamiento del siglo XVI, la lonja medieval, la ex-colegiata barroca de Santa María...Si estás disfrutando de estas joyas patrimoniales, tienes bajo tus pies un laberinto de pasadizos medievales a los que puedes acceder desde la oficina de turismo. 

La tradición de esta tierra por la velocidad llevó a construir la actual ciudad del motor; Motorland, punto de encuentro de profesionales y aficionados para disfrutar de su intenso calendario de competiciones. 

El entorno de la capital bajoaragonesa, nos guarda bellos testimonio prehistóricos como las pinturas rupestres de Val del Charco del Agua Amarga, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

En cuanto a su patrimonio arqueológico, en los alrededores de Alcañiz podrás visitar tres yacimientos íberos que forman parte de la Ruta de los íberos del Bajo Aragón.

Seguro que has oído hablar de la vecina localidad de Calanda, donde el ilustre calandino, Luis Buñuel, encontró inspiración en sus raíces. En ella, el Centro Buñuel Calanda (CBC)  homenajea al cineasta en su localidad natal.

Tanto Alcañiz como Calanda, forman parte de las 9 localidades que componen la Ruta del Tambor y el Bombo y que os invito a visitar y, sobre todo, a vivir su intensa Semana Santa. 

A menos de media hora de Alcañiz, nos espera la estampa excepcional de la capital del Matarraña; Valderrobres. Declarado Conjunto Histórico, puede presumir de hermosos rincones, entre los que destacan monumentos como la iglesia de Santa María, uno de los máximos exponentes de la arquitectura gótica en Aragón, el castillo – palacio de Valderrobres, también gótico, y el ayuntamiento, sobresaliente ejemplo de palacio renacentista aragonés.

Otro pueblo destacado es Calaceite, uno de los conjuntos urbanos mejor conservados del Matarraña, con numerosas casas señoriales, capillas, ermitas y portales que recuerdan el esplendor que vivió antaño la localidad. Contempla la fachada renacentista del Ayuntamiento y no te pierdas un paseo por la calle Mayor, la plaza de España o la calle Maella. Visita su iglesia parroquial y el Museo Juan Cabré, dedicado al insigne arqueólogo nacido en la localidad que impulsó las excavaciones arqueológicas de la comarca.

Siguiendo el río que da nombre a la comarca, vamos hasta el Parrizal de Beceite, donde caminaremos por una fantástica ruta senderista, apta para todas las edades, que comienza muy cerca de Beceite y discurre paralela al río Matarraña. Durante el recorrido se cruza el río en varias ocasiones con la ayuda de pasarelas que te llevarán por encima de pequeñas pozas de aguas cristalinas. 

Coquetos conjuntos urbanos, arte gótico, pinturas rupestres, espacios naturales por explorar...la comarca del Matarraña aún te reserva alguna sorpresa más. Ahora, disfruta del silencio y aprovecha para tomarte un descanso reparador, aún queda ruta por recorrer... 

Retomamos la ruta para adentrarnos, sin prisas, en la comarca del Maestrazgo y en el vasto territorio que engloba el Parque Cultural del Maestrazgo formado por un rico patrimonio natural, geológico y cultural. 

Recalamos en Molinos que nos reserva un tesoro escondido bajo la tierra, sus espectaculares Grutas de Cristal, un gran conjunto de formaciones kársticas, únicas en Europa, donde abundan sorprendentes estalactitas y estalagmitas. 

Una sinuosa carretera sortea la orografía agreste que caracteriza al Maestrazgo y nos deleita con sierras, bosques y barrancos de naturaleza salvaje en nuestro recorrido de unos 50 km,  hasta Mirambel. En un tranquilo paseo por su casco urbano descubrimos edificios reseñables como el convento de las Agustinas, la iglesia de Santa Margarita, la Lonja o el Ayuntamiento renacentista. Sus calles esconden innumerables joyas arquitectónicas entre las que destacan las bellas celosías del Portal de las Monjas.

A tan sólo 15 minutos, encaramada sobre un peñón calizo a 1300m de altitud nos espera Cantavieja, que impresiona por su ubicación y por la cantidad de monumentos e historia que atesora, entre los que destacan la Plaza Porticada de la localidad y iglesia de la Asunción. Su fisionomía de trazado medieval te invita a callejear y a descubrir los secretos y la riqueza de un convulso pasado, donde Templarios, San Juanistas y Carlistas, entre otros, dejaron su sello y sus recuerdos en forma de edificios, historias, gastronomía, caminos y sendas.

Como colofón a nuestra ruta, visitamos La Iglesuela del Cid, declarada Conjunto Histórico Artístico dada la excelente conservación de su casco urbano en el que sobresale su magnífica plaza Mayor. En ella se hallan el edificio del Ayuntamiento, la iglesia de la Purificación y la casa Matutano-Daudén. Un paseo por sus calles empedradas te permitirá contemplar un gran número de palacios renacentistas como las casas Guijarro, Grande y Aliaga. Esta última, acoge la oficina de turismo, desde la que te acompañan, si lo deseas, a conocer la propia Casa Aliaga y otros encantos del pueblo.

Nuestra ruta toca a su fin pero, si disponemos de más tiempo, El Maestrazgo nos puede sorprender con infinidad de rincones recónditos y muestras de su rico patrimonio cultural y natural.  Merecería la pena asomarnos al escarpado promontorio en el que se sitúa Villarluengo, disfrutar de las vistas del Monumento Natural de los Órganos de Montoro o caminar junto al río Pitarque para disfrutar de la bella ruta hasta su nacimiento. 

Proponemos también, visitar la Comarca de Gúdar-Javalambre y las destacadas localidades de Puertomingalvo, Mora de Rubielos o Rubielos de Mora, entre otras.