Villanueva de Sijena

Regada por las aguas del río Alcanadre, el paisaje de la sierra de Villanueva es representativo de lo que ofrece el territorio de los Monegros: tonos ocres, arcilla y pinares, azotados por el viento y por un sol constante.

Una visita a esta localidad te permitirá conocer, por un lado, su Real Monasterio de Sijena. De origen románico, fue panteón real y archivo de la Corona de Aragón durante la Edad Media. Desgraciadamente, parte de su patrimonio se perdió durante la Guerra Civil, pero aún hoy conserva una bella iglesia en la que merece la pena detenerse ante su magnífica portada, con catorce arquivoltas. La Orden de Malta, administradora del enclave, organiza visitas al monasterio con guías voluntarios algunos fines de semana. La reserva puede hacerse en https://sijena.com.

Entre 1983 y 1994 la Orden de San Juan de Jerusalén vendió a la Generalitat de Cataluña una serie de bienes de gran valor artístico sin el permiso de las autoridades patrimoniales. Tras un largo litigio para su recuperación, la gran mayoría de las piezas fueron devueltas y regresaron a Aragón entre 2016 y 2017. Hoy se encuentran expuestas en los antiguos dormitorios del monasterio y pueden visitarse los fines de semana a través de las visitas gestionadas por Turismo de Aragón. (Aviso, 02/02/2023: actualmente los bienes no pueden visitarse debido a obras de adecuación en el monumento). 

Asimismo, podrás visitar la casa natal de su hijo más ilustre: Miguel Servet. Viaja hasta la época en la que vivió este precoz científico y descubre detalles de su azarosa vida.

Los aficionados a las excursiones en bici podréis hacer la ruta que discurre entre Villanueva de Sijena y el Monasterio, adentrándose en el paisaje monegrino.

Tras tu visita a la localidad, te recomendamos acercarte a algunos enclaves de interés de la zona como la laguna de Sariñena, la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, la Ruta Orwell o un itinerario por los sobrecogedores paisajes de Jubierre.