Valle del Aragón

Uno de ellos es Jaca. En la capital del valle encontrarás innumerables atractivos. Entre los patrimoniales destacan la espectacular catedral románica y el Museo Diocesano, que alberga una espléndida muestra de pintura medieval. También la Ciudadela, una magnífica fortificación militar construida a partir de finales del XVI. En su interior podrás ver un interesante museo de miniaturas militares.

 

Otros atractivos de la ciudad son su exquisita repostería, sus animadas calles repletas de tiendas y bares, sus edificios de aire modernista y su pista de hielo, en la que podrás pasar con los tuyos un rato de lo más divertido.

 

Río arriba, junto a Castiello de Jaca, se abre el valle de La Garcipollera. Un enclave tranquilo, idóneo para pasear  o hacer rutas en bici y, sobre todo, para contemplar la numerosa población de ciervos que aquí habita. El valle de la Garcipollera esconde, además, la hermosa ermita románica de Santa María de Iguácel. Merece la pena verla.

 

Tras pasar Castiello de Jaca encontrarás un desvío que te llevará a Borau que, junto a Aísa, son el enlace del valle del Aragón con los valles occidentales. Te recomendamos hacer una parada en el primero de ellos para visitar la iglesia románica de San Adrián de Sasabe, uno de los monumentos más importantes y, a la vez, más desconocidos del valle del Aragón.

 

Sigue luego Villanúa, a los pies del macizo de Collarada, con sus famosas cuevas de las Güixas. En los alrededores de la localidad todavía se conservan dólmenes megalíticos.

 

A pocos kilómetros de la frontera con Francia, la grandiosa Estación Internacional de Ferrocarril de Canfranc te trasladará a principios del siglo pasado, su época de mayor esplendor.

 

Más adelante, la carretera asciende hacia el puerto de Somport, buscando las afamadas estaciones de esquí de Candanchú, primero, y finalmente, Astún. Sus verdes praderas sirven de punto de partida de inolvidables excursiones de alta montaña y del tramo aragonés del Camino de Santiago Francés, que discurre en todo su recorrido a lo largo del valle del Aragón.

 

Volvemos ahora a Jaca para seguir valle abajo, donde no te puedes perder la visita a la bonita localidad de Santa Cruz de la Serós.

 

Desde aquí, sigue la carretera que asciende hasta el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, obra maestra del románico que se funde con un sorprendente paisaje, bajo el cobijo de una inmensa roca. A un paso, en la pradera de San Indalecio, se levanta el Monasterio Nuevo, de estilo barroco, con sus dos centros de interpretación. Un breve paseo te conducirá hasta el Balcón de los Pirineos, desde donde podrás disfrutar de una preciosa panorámica de la cordillera.

 

De vuelta al valle del Aragón, el camino cruza Santa Cilia, localidad que alberga un atractivo turístico de primer orden: el aeródromo de Santa Cilia. Varios kilómetros más adelante encontrarás Puente La Reina de Jaca, cuyo actual puente del siglo XIX sustituye al antiguo que le dio nombre y prestigio.

 

Al enfilar el ensanchamiento del valle, llamado la Canal de Berdún, llegarás a Arrés, coronado por la iglesia del siglo XVI y una torre defensiva. Dejando atrás Arrés, por la margen izquierda del río Aragón saldrán a tu paso unos pueblos muy interesantes: Martes, con su evocador aire medieval, Mianos y Artieda. A continuación se halla Ruesta, con un rico pasado que queda patente en sus torres medievales, su barrio judío, iglesias y casonas. La última etapa de este camino aragonés llega hasta Undués de Lerda, otro conjunto urbano singular. Estos últimos cuatro municipios pertenecen ya a la provincia de Zaragoza.