Monterde

El caserío de Monterde, tendido en la ladera sobre un relieve montañoso, tiene calles empinadas y angostas, llenas de rincones pintorescos.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es un soberbio edificio del gótico tardío con recios contrafuertes en los muros y esquinas y una torre de dos cuerpos, el inferior de piedra y el superior mudéjar, octogonal y de ladrillo.

El conjunto urbano queda ordenado en torno a su esbelta torre mudéjar y presidido por las ruinas del castillo, que sirvió de fortaleza ante los ataques castellanos.

El entorno natural de la localidad tiene bonitos parajes junto a la orilla del río, aguas arriba de la población, donde destaca la posición de un antiguo molino harinero, cuyo cubo aún guarda las menguadas aguas fluviales. Existen pequeños acueductos que rodean el municipio, por los que desgraciadamente ya no pasa agua.