Los Monegros y el valle del Cinca

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Un paisaje de carácter desértico, consecuencia de la aridez producida por las bajas precipitaciones, el viento, la erosión y el endorreísmo.

Un paisaje de carácter desértico, consecuencia de la aridez producida por las bajas precipitaciones, el viento, la erosión y el endorreísmo.

Hablamos de los Monegros, una amplia estepa subdesértica que ofrece un escenario de belleza insuperable, especialmente al atardecer. Sus características físicas le han valido la calificación de paisaje singularísimo único en Europa.

Amplias superficies son ocupadas por áreas de vegetación natural que se intercalan con los campos de cultivo, destacando las estepas, las muelas o torrollones, los barrancos y las saladas. En estas superficies esteparias y en las cultivadas podrás ver bosques de pinos y sabinas que, en tiempos pasados, recubrían grandes extensiones, llegando a dar a la comarca el nombre de «Montes Negros».

Las ripas de Alcolea-Ballobar, con vistosas chimeneas de hadas y abundantes rapaces, dan el salto al valle del Cinca y a su intensa sucesión de sotos, que configura uno de los corredores verdes más importantes de Aragón.

Muy importantes son también las Zonas de Protección para las Aves o ZEPAs, donde habitan aves rapaces como el águila real, el alimoche o el búho real, y aves esteparias como la avutarda, el alcaraván y la ortega.

A través de diversas rutas senderistas podrás admirar la belleza del paisaje monegrino. Una de ellas es la ruta de los torrollones, que combina tramos en coche y a pie y que te acercará a las tradicionales formaciones geológicas de la zona. Por otro lado, la vuelta a la laguna de Sariñena ofrece unas fantásticas vistas de este paraje natural. La ruta que sube a San Caprasio es un itinerario clásico que te permitirá conocer de primera mano esta zona. Y en la ribera del Cinca podrás hacer la ruta de las Ripas de Alcolea.

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