Daroca y Gallocanta

Una vez atravieses la muralla que rodea a Daroca, callejea por la antigua judería, admira las casas señoriales como el Palacio de los Luna y visita la iglesia de Santa María. Aquí se conservan los Sagrados Corporales, protagonistas de un milagro acaecido en la ciudad durante el siglo XIII. Seguro que con tanto paseo se te abre el apetito. ¿Por qué no probar alguno de los dulces típicos de la ciudad? 

 

Otra prueba del arraigo que tiene en Daroca lo medieval es que cada verano celebra su Festival de Música Antigua. Y otra cita que no te puedes perder es la colorista celebración del Corpus Christi, declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón.

 

Localidades del entorno de Daroca como Longares, Paniza, Encinacorba, Mainar, Herrera de los Navarros o Romanos presentan magníficas muestras de arte mudéjar.

 

En esta zona también podrás admirar los bellos retablos que albergan las iglesias de Anento, Retascón, Langa del Castillo o Villarroya del Campo. Estas constituyen uno de los mejores conjuntos de pintura de gótica de Aragón.

 

Pero no te puedes ir sin visitar la laguna de Gallocanta, la mayor laguna endorreica del sur de Europa y el enclave más importante de España para la migración de la grulla común. Cada otoño y al comenzar la primavera, llegan por miles en ordenadas formaciones. Verlas es un auténtico espectáculo.

 

Si quieres conocer mejor el paraíso ornitológico que constituye Gallocanta, no dudes en pasar por el Centro de Interpretación de la Laguna, situado en la carretera que une las localidades de Tornos y Bello. Y si vienes de noviembre a febrero que sepas que durante estos meses se realizan diferentes actividades para disfrutar de la estancia de las grullas en este paraje.