Parque Cultural San Juan de la Peña

El nacimiento del viejo Reino de Aragón está ligado a este Parque y su territorio, ya que Jaca fue su primera capital y el Monasterio ostenta el honor de haber sido el primer panteón real aragonés. La visita al Monasterio guarda varias sorpresas, como la vieja iglesia mozárabe, el panteón real o el de los nobles, y especialmente su claustro, cobijado bajo una gran peña, siendo único por su singularidad. Sus bellos capiteles románicos se conservan en perfecto estado.

Las sorpresas continúan si se sigue ascendiendo por su carretera. Al final de la misma se extiende la pradera de San Indalecio, un lugar ideal para descansar, relajarse o pasar un día en familia. Todo ello bajo la sombra imponente del Monasterio barroco, construido a partir del siglo XVII por encontrarse en mal estado y haber sufrido diversos incendios el viejo monasterio. Desde la pradera un pequeño sendero conduce tras un breve paseo hasta el Balcón de los Pirineos, donde se puede disfrutar de una bella panorámica de la cordillera. Se trata de un mirador excepcional del territorio de este Parque.

Abajo, en el valle, aguardan otros lugares de especial interés. El coqueto casco urbano de Santa Cruz de la Serós guarda dos joyas románicas: la iglesia de Santa María y la ermita de San Caprasio. Jaca tiene una de las primeras catedrales románicas peninsulares y una larga historia que se esconde en sus calles o en su ciudadela. Bailo, Caldearenas y las Peñas de Riglos también merecen una visita y en Santa Cilia de Jaca los amantes de los deportes de aventura tienen una cita en su aeródromo.

Etapas del Camino de Santiago recuerdan el pasado de esplendor, como la que va de Jaca a Arrés y la de Arrés a Artieda. Otros caminos permiten adentrarse en este Parque como el que parte de Santa Cilia de Jaca hasta la Ermita de la Virgen de la Peña.