I Ruta de Scooters Clásicas ‘Scooteruel’: 500 kilómetros en un fin de semana por tierras turolenses
Los días 5 y 6 de septiembre ocho amantes de las scooters clásicas recorrieron las carreteras la provincia de Teruel en una ruta de 500 kilómetros que partió de Alcañiz.
La idea de Scooteruel surgió en un viaje de amigos por las carreteras Pirenaicas, todos ellos amantes de de las scooters clásicas que quedan de vez en cuando para hacer rutas con sus motos.
Querían recorrer carreteras turolenses y aprovechar el evento para que no quedara en una simple ruta de amigos, sino que sirviera también para dar a conocer sus clubs, a la vez que promocionar la provincia de Teruel y sus comercios.
La idea de los organizadores es que esta ‘prueba piloto’ pueda dar pie a la creación de una asociación que promocione rutas para scooters en la provincia de Teruel. Ya han conseguido el apoyo de varias entidades públicas y privadas y su intención es conseguir más colaboradores de cara al año que viene.
El producto Slow Driving promovido por el Gobierno de Aragón encaja perfectamente en su filosofía de viaje, rutas en moto por carreteras secundarias que permiten disfrutar del itinerario y hacer turismo parando en los diferentes pueblos del camino. La Dirección General de Turismo les puso en contacto con la comarca del Bajo Aragón y con la Diputación de Teruel y todas las instituciones apoyaron la iniciativa.
Los ocho participanes de Scooteruel pertenecen a diversos clubs de amantes de la scooter clásica y con esta ruta quieren también demostrar que las carreteras turolenses, idóneas para ser recorridas con motos grandes, también están preparadas para las scooters.
El evento comenzó el viernes 4 de septiembre con la inauguración en el bar Monkey Room de Alcañiz y con la posterior cena en la plaza de España, cortesía del bar París y Rokelin. La policía de Alcañiz les permitió exponer las motos en la plaza de España para que la gente pudiera verlas. El sábado partió la ruta desde Alcañiz, pararon a desayunar en el bar Los Cubos de Castelserás y atravesaron después pueblos como La Codoñera, Fórnoles, La Portellada, Ráfales, Torrevelilla o Calanda.
Recorrieron posteriormente las comarcas del Matarraña y Maestrazgo, dejando atrás Cantavieja y Mosqueruela hasta llegar a Rubielos de Mora y Mora de Rubielos. Pasaron también por las pistas de esquí de Valdelinares para acabar el día en Fortanete, donde durmieron en su albergue.
El domingo arrancaron con el trazado completo de la Silent Route, una de las dieciséis rutas de Slowdriving que promociona el Gobierno de Aragón, y finalizaron a través de diversos pueblos del Bajo Aragón hasta llegar de nuevo a Alcañiz. Un total de 500 kilómetros en un bonito e intenso fin de semana en el que los participantes se fueron de Teruel con un muy buen sabor de boca.