Pirineo en todo su esplendor
Ruta

Pirineo en todo su esplendor

Recorre en tres días lo mejor del Pirineo aragonés
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También tienes disponible De La Ribagorza a Los Monegros

Montañas vírgenes, bosques inmensos, pueblos con encanto, cascadas, lagos glaciares. Naturaleza salvaje en un Pirineo vivo. Todo a tu alcance.

Preciosas localidades pirenaicas
12
Kilómetros de espectacular ruta montañosa
280
Monumentos de interés patrimonial
10

Día 1 Valles occidentales y valle del Aragón

Comenzamos nuestra ruta explorando el rincón más occidental del Pirineo aragonés. Los encantadores valles de Ansó y Hecho albergan villas que constituyen el mejor ejemplo de la arquitectura popular típica de los Pirineos. Sus casas de piedra en calles adoquinadas lucen picaportes, chimeneas, balcones y detalles constructivos que rebosan tradición. Junto a Hecho, te sorprenderá el precioso monasterio románico de San Pedro de Siresa.

Avanzando hacia el este, en lo alto del contiguo valle del río Aragón y cerca ya de Francia, destaca la histórica estación ferroviaria internacional de Canfranc. Monumental conjunto que podrás explorar con las visitas guiadas que organiza la oficina de turismo.

Si sigues a los peregrinos recorriendo el valle hacia el sur, alcanzarás Villanúa, donde no puedes dejar de visitar la Cueva de las Güixas. Merece la pena un desvío en tu ruta para conocer las iglesias románicas de San Adrián de Sasabe y Santa María de Iguácel, en los municipios de Borau y Castillo de Jaca, respectivamente.  

Al sur del valle encontrarás la turística y monumental capital jacetana: Jaca. Alberga en su núcleo urbano La Ciudadela, una imponente fortaleza del siglo XVI, y la Catedral de San Pedro, templo románico de referencia del Camino de Santiago.

Día 2 El corazón del Pirineo

A sólo unos minutos en coche, cerca de la localidad de Sabiñánigo, la Ruta de las iglesias del Serrablo te descubrirá un elenco de construcciones de características singulares consideradas obra del primer románico aragonés.

Uno de los enclaves más conocidos del Pirineo aragonés es el valle de Tena. En él se esconden, entre otros atractivos, el parque faunístico de Lacuniacha y una de las tirolinas más grandes de España. En un espectacular escenario situado sobre las aguas del pantano de Lanuza se celebra cada verano el Festival Internacional de las Culturas Pirineo Sur. Localidades como Biescas, Sallent de Gállego y Panticosa también merecen tu visita.

Una vez recorrida la cuenca del alto Gállego, ponemos rumbo al corazón de los Pirineos: el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Joya de la naturaleza a la que se puede acceder por cuatro puntos estratégicos: Valle de Ordesa (desde Torla), Gargantas de Escuaín, Cañón de Añisclo (desde Escalona) y Valle de Pineta (desde Bielsa).

Hay cientos de excursiones para descubrir el parque. Reserva fuerzas para realizar una ruta a pie por el valle de Ordesa y alcanzar, por ejemplo, la espectacular cascada de la Cola de Caballo.

Día 3 Legado medieval y naturaleza de altura

Sin salir de la comarca del Sobrarbe, valles como Bujaruelo y Gistaín te sorprenderán por su belleza. También preciosas villas como Torla, Broto, Boltaña, Plan, Gistaín, San Juan de Plan, Bielsa o Aínsa. Esta última conserva su esencia medieval en el casco histórico, el antiguo castillo, la iglesia románica de Santa María y la preciosa plaza Mayor porticada, escenario bianual de la Fiesta de Interés Turístico de La Morisma.

Toda la comarca está salpicada de preciosos ejemplos de patrimonio artístico, entre los que destacan las ermitas de Tella, la fortaleza de Muro de Roda y el Monasterio de San Victorián, en el Pueyo de Araguás.

Nos dirigimos ya al extremo más oriental del Pirineo aragonés, al valle de Benasque, precioso enclave en el que disfrutar de la naturaleza y las actividades al aire libre a lo largo de todo el año. Territorio coronado por el pico más alto de los Pirineos, el Aneto (3.404m), cumbre reina del senderismo, ubicado en el Parque Natural Posets Maladeta y rodeado de la mayor concentración de cimas de 3.000 metros de la cordillera.

Desde allí, merece la pena que te desplaces al conjunto histórico de Roda de Isábena, cuya excatedral destaca como joya del arte románico. Otro importante ejemplo del mismo arte, en este caso con influencia lombarda, es el Monasterio de Santa María de Obarra, ubicado en un entorno espectacular, a la entrada del congosto del mismo nombre. Y por último en esta ruta, en la frontera natural entre Aragón y Cataluña, el monasterio románico de Santa María y San Pedro de Alaón en Sopeira.