ARAGÓN, TIERRA DE ÁRBOLES MONUMENTALES

Árboles, monumentos vivos que según sus características merecen y tienen una protección especial así como un elevado valor natural por su rareza, por número, ubicación, medidas excepcionales o porque poseen algún tipo de interés cultural, histórico o popular. Estos árboles singulares aragoneses representan la cultura y la madurez de un territorio, y son el reflejo de las personas que lo habitan y de sus formas de vida.  En Aragón, destacan algunos árboles catalogados como singulares, por su altura en relación a su especie como la Secuoya y el Cedro de la Torre Nuestra Señora del Pilar, Secuoya de 40 metros  en la Comarca de Daroca, y el Haya de la Caseta de Pascual en la Selva de Oza ( Valle de Echo ) en la provincia de Huesca, de una forma casi perfecta cubriendo las mesas del merendero que la rodean. También en la provincia de Huesca,  el Tilo de Benasque en la plaza del Ayuntamiento, alrededor del cual se baila el Ball de Benás, baile típico de la villa en su fiesta mayor. El Abeto de los tres Quiñones, de 36 metros de altura en Panticosa  ( Valle de Tena ) o la Encina de Lecina ( Bárcabo ) en la sierra de Guara, popularmente llamada “La Castañera” por el tamaño de sus bellotas, con 16,5 metros de altura y un diámetro medio de 29,9 metros, y el Caixigo Torrentillo de Lascuarre.

 
En la provincia de Teruel hay que destacar, el Chopo Cabecero del Remolinar de Aguilar de Alfambra. Este árbol participó este año en el concurso del Árbol Europeo 2015 compitiendo con numerosos ejemplares de Europa, y !nuestro chopo se quedó en el tercer puesto! Además en el mes de octubre se celebra la Fiesta del Chopo Cabecero, y si quieres disfrutarla consulta www.chopocabecero.es.
Otros de los ejemplares únicos en la provincia de Teruel, son el pino del Escobón de Linares de Mora, la Carrasca de los Tolones  una encina de Peracense, el Tejo del Barranco del Cuervo en los Puertos de Beceite y la Sabina Albar de Blancas
 
Ya en la provincia de Zaragoza, el Pino de Valdenavarro el más grande del pinar de Zuera con 15 metros, el Enebro de Sabiñan propiedad de los vecinos de la localidad a través de la asociación Sabinius Sabinianus , la Sabina de Villamayor de Gállego y el Quejigo de la Casa de la Vega en Embid de Ariza, llamado popularmente «el Rebollo o árbol del encuentro».
 
Una lista casi infinita que demuestra la singularidad, originalidad y lo sorprendente que es Aragón.