RECORRE ARAGÓN DE MANO DE GRANDES ESCRITORES
Aragón, desde época romana hasta la actualidad, ha sido cuna de algunos literatos e inspiración de muchos otros.
En época romana hay que destacar a Marco Valerio Marcial, originario de Bílbilis (Calatayud) cuyos epigramas son un retrato de la Roma imperial del S. I. Prudencio poeta zaragozano del S. IV , escribe sobre los mártires de Zaragoza, como Santa Engracia.
Durante la Edad Media cronistas árabes describen Saraqusta, la “ciudad blanca”, con su mezquita y su palacio de La Aljafería, o“Palacio de la Alegría”. El medievalista y escritor aragonés José Luis Corral en sus obras “El Salón Dorado” o “El Invierno de la Corona” , describe con gran maestría la Zaragoza medieval y en concreto, el Palacio de La Aljafería. Por territorio aragonés discurre “El Cantar del Mío Cid” , el mayor de los cantares de gesta españoles y obra clásica de la literatura europea que narra la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, desde su primer destierro en 1081 hasta su muerte en 1099. Daroca, Albarracín, Teruel o La Iglesuela del Cid conservan su estela.
Durante el Siglo de Oro español, Baltasar Gracián natural de Calatayud, con su ingenio y agudeza literaria enriquece el castellano con numerosas frases célebres, y Alcalá de Ebro es la Ínsula Barataria en «Don Quijote de la Mancha» y Sancho Panza, fiel escudero del caballero, es nombrado gobernador de esta isla por los Duques de Villahermosa según la pluma cervantina.
Pedro Saputo, personaje creado por Braulio Foz, es natural de Almudévar (Huesca) y recorre Aragón sembrando su razón y lógica por donde va. Sus vivencias en San Juan de la Peña, Montearagón, o la Basílica del Pilar reflejan el folclore y tradición aragonesas.
La singular belleza del Monasterio de Veruela, la magia que desprende el Moncayo, y la tradición oral de la zona sedujeron al romántico Gustavo Adolfo Bécquer que alojado en el cenobio escribió “Sus Cartas desde Mi Celda” y algunas de sus «Leyendas” .
Benito Pérez Galdós dedica uno de sus «Episodios Nacionales» a los Sitios de Zaragoza, inmortalizando la heroica resistencia popular ante las invasoras tropas napoleónicas. Pío Baroja, recorrió la Sierra de Albarracín, el Bajo Aragón y Teruel, llegando a relatar las fechorías de un cura hechicero en «La Venta de Mirambel«, localidad del Maestrazgo turolense.
Y ya en la actualidad, Julio Llamazares en «La Lluvia Amarilla» narra con gran nostalgia y triste melancolía la historia de Ainielle, y de su último habitante en el Sobrepuerto del Pirineo oscense. Y los más pequeños disfrutarán con la entrañable historia del dragón de San Jorge en el cuento para niños de Fernando Lalana “ Te quiero valero” , un libro para todos los públicos.
Paisajes y pueblos de Aragón que han sido inspiración y protagonistas de grandes obras. ¿Has tomado nota?