Los espacios naturales de Aragón cuentan con la Q de calidad turística
Cinco Espacios Naturales Protegidos de Aragón han renovado la “Q” de Calidad Turística que otorga el Instituto para la Calidad Turística de España (ICTE), tras haber superado la revisión anual de seguimiento que realiza una empresa independiente, formada y autorizada para certificar que se cumple con la norma UNE-ISO 18065.
Se trata de los Parques Naturales de la Sierra del Moncayo (Zaragoza), la Sierra y Cañones de Guara (Huesca), Posets-Maladeta (Huesca), y los Paisajes Protegidos de los Pinares de Rodeno de Albarracín (Teruel) y de Monte Oroel-San Juan de la Peña (Huesca).
Algunos de estos espacios naturales protegidos disponen de esta distinción de excelencia en la gestión turística desde hace 10 años, caso de la Sierra del Moncayo y de la Sierra y Cañones de Guara, que lo implementaron en la gestión del uso público de ambos parques naturales en el año 2007. Posteriormente se han ido sumando a este reconocimiento los otros tres: Monte Oroel-San Juan de la Peña (en el año 2010), Posets-Maladeta (2012) y más recientemente los Pinares de Rodeno de Albarracín (2016).
La “Q” de Calidad Turística es una distinción de prestigio que no sólo es ostentada por establecimientos turísticos al uso –hoteles, alojamientos rurales, campings o restaurantes- sino que también implica, entre otros muchos, a espacios naturales que quieren trabajar en calidad, seguridad y profesionalidad dentro del ámbito del turismo sostenible.
En otro orden de cosas, tuvo lugar en Biescas el II Congreso de Reservas de la Biosfera con el fin de preparar un plan conjunto de actuación de cara a la gestión sostenible del conjunto de la Red de Reservas de la Biosfera, adaptando las mismas al Plan de Acción de Lima 2016-2025 aprobado en Perú y donde se marcaron las directrices mundiales de estos espacios naturales protegidos que están auspiciados por el Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la UNESCO.
Hay que tener en cuenta que las reservas de la biosfera son destinos propicios para el desarrollo del ecoturismo y el turismo sostenible, modalidades turísticas que no comprometen con su actividad la conservación de los valores naturales y culturales de un territorio, sino más bien al contrario, que lo ponen en valor a través de la observación, interpretación y disfrute de los paisajes bien preservados, de la fauna, la flora y la geología.