Descubre los pozos de hielo de Aragón
Estas construcciones singulares fueron testigos silenciosos de la sociedad hasta bien entrado el siglo XIX, algunas incluso hasta principios del siglo XX.
Los neveros se construían con la finalidad de almacenar el hielo y la nieve del invierno para su conservación y uso durante los meses estivales, constituyendo hoy en día un importante patrimonio cultural y etnográfico. Aunque al principio el uso de la nieve se limitó a las clases altas, a partir del siglo XVII su consumo se generalizó y comenzó a ser utilizada por toda la población.
Algunos están situados entornos urbanos, como el de Alcañiz o el de la Barbacana, en Barbastro, y otros se encuentran ubicados a alturas superiores a los 1.000 metros, en emplazamientos de gran valor paisajístico cuyo acceso requiere de bonitas caminatas, como los de las sierras de Guara y de Gratal (Huesca).
Vamos a recomendarte dos rutas bien indicadas y dotadas de paneles explicativos, aunque realmente son cientos los pozos de hielo distribuidos por toda la geografía aragonesa.
La comarca de la Hoya de Huesca acometió la rehabilitación y puesta en valor de 11 pozos de hielo dispersos por las sierras de Guara, Gratal, Caballera y Gabardiella.
En la sierra de Gratal, en el paraje denominado Las Calmas, existe un conjunto excepcional de ocho pozos a una altitud que oscila entre 1.392 y los 1.520 metros, a los que se puede acceder desde el pantano de Arguis o desde la localidad de Nueno. La ruta es de cierta dureza pero permite disfrutar de excelentes vistas panorámicas de la Hoya de Huesca y de la sierra de Guara.
Cabe destacar también por la belleza del recorrido, el pozo de Mata Menuda en Bolea, donde con la reconstrucción ha aparecido la caseta del pocero, o los de Cuello Baíl y Paco la Pinosa. Los pozos de la sierra de Guara abastecieron a la ciudad de Huesca y a las poblaciones situadas en sus inmediaciones, pero fundamentalmente la producción se dirigió al Hospital de Huesca, puesto que los hospitales eran organismos prioritarios que se beneficiaban de una reglamentación especial en el suministro de la nieve.
También en varios pueblos el Bajo Aragón turolense hay antiguas neveras restauradas para su aprovechamiento turístico. La Ruta de las bóvedas del frío te llevará a visitar siete localidades de la zona. Tras la restauración se han incluido paneles explicativos, audiovisuales y locuciones que te permitirán, de manera auto guiada, conocer los usos que tenían estos grandes espacios. Son neveras de grandes proporciones, fechadas en torno a los siglos XVI y XVII.
Bajo la oficina de turismo de Alcañiz discurren los antiguos pasadizos que te conducirán hasta la nevera medieval, ubicada justo debajo de la Plaza de España. Destacan por sus grandes dimensiones la de Belmonte de San José y la de La Mata de los Olmos, que abastecía incluso a la ciudad de Alcañiz. En Calanda está la nevera de Crespo, conocida así por la familia a la que perteneció, y la del convento de Carmelitas.
La de La Cañada de Verich continuó en uso hasta el siglo XIX y la de La Ginebrosa hasta el primer tercio del siglo XX. Valdealgorfa cuenta también con una gran nevera que servía para conservar alimentos y en el verano se utilizaba para la conservación de medicinas.
En Fuendetodos, Almonacid de la Sierra, Uncastillo, Used o Villanueva de Huerva también puedes visitar neveros restaurados y de fácil acceso.
Este recorrido circular en la Comarca Campo de Belchite te permite conocer seis de las tradicionales construcciones que funcionaban como neveras en este territorio.
La Ruta del Hielo se ha creado como un sendero que nos lleva a conocer las neveras más antiguas que hay aún en pie en la Comarca Campo de Belchite.
Muchas de estas construcciones se sitúan cerca de ríos o barrancos, como la nevera de Belchite, localizada en una terraza que asoma al río Aguasvivas. Es allí, al sur del Pueblo Viejo de Belchite, donde comienza esta Ruta del Hielo. El itinerario nos lleva a recorrer de forma circular las principales neveras que jalonan la zona, una arquitectura que se puede ver en cinco de sus municipios: Lécera, Belchite, Moyuela, Azuara y Fuendetodos. En la nevera de Lécera veremos cuál es la forma más típica de estas construcciones. Las de Moyuela y Azuara nos descubrirán los rasgos constructivos que las distinguen y, por último, en Fuendetodos, podremos visitar dos de las más de veinte neveras que llegó a tener la localidad.
Las neveras son una parte fundamental del variado y rico patrimonio preindisutial de la Comarca Campo de Belchite. Hablamos de neveras o neveros que, todavía en pie, o mantienen su estructura primitiva, o bien han sido objeto de rehabilitaciones contemporáneas, renovando así los perfiles originales y posibilitando su visita.
Las cosas han cambiado mucho en no tantos años… y conviene recordar de vez en cuando lo dura y complicada que era la vida en otros tiempos.
Foto: pozo de hielo de Salillas (Huesca). Archivo fotográfico de la Comarca de la Hoya de Huesca.