Gran interés por la exposición actual en el Palacio de Sástago de Zaragoza.
La muestra “Dicen que hay tierras al Este” supera los 11.000 visitantes en 2 semanas.
La muestra “Dicen que hay tierras al Este. Vínculos históricos entre Aragón y Cataluña. Siglos XVIII-XX» ha sumado este fin de semana 11.315 visitantes. Una cifra que demuestra el interés que ha suscitado en la capital aragonesa, ya que apenas lleva dos semanas abierta al público.
La exposición, cuyo título se inspira en un verso de José Antonio Labordeta, se puede visitar en el Palacio de Sástago hasta el próximo 7 de enero, y está organizada por el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza; con la colaboración de la Obra Social La Caixa y Telefónica. El objetivo es promover el conocimiento de las relaciones entre Aragón y Cataluña desde la perspectiva de la historia, economía y cultura compartidas.
«Desde la organización estamos muy contentos de la cifra alcanzada en el poco tiempo que lleva abierta al público», explica el comisario de la exposición, Alberto Sabio. «Necesitamos hacer pedagogía sobre la historia frente a diferentes pasados que se mitifican o se utilizan de forma interesada para satisfacer los propósitos del presente», añade.
El discurso expositivo, que se despliega a través de 12 ámbitos temáticos diferentes, se apoya en recursos museográficos que incluyen piezas que forman parte del patrimonio industrial, artístico y documental de ambas comunidades. En total han sido 65 las entidades y coleccionistas que han prestado obras y material para esta exposición.
La exposición forma parte de un gran proyecto cultural.
Esta exposición es el núcleo gordiano de un proyecto cultural que incluye otros elementos culturales, divulgativos y didácticos, como un documental realizado por Vicky Calavia, titulado Al Este y que se proyecta en una sala del propio Palacio de Sástago durante la duración de la muestra, una monografía realizada por reconocidos estudiosos y profesores de Aragón y de Cataluña con vocación de permanencia, así como guías didácticas destinadas a fomentar el conocimiento entre los escolares aragoneses de esta relación histórica entre ambos territorios.
La muestra cuenta con un amplio comité científico, formado tanto por historiadores aragoneses como catalanes, que consiguen relatar la historia de las relaciones entre Aragón y Cataluña desde la convicción de que es posible hacer un uso responsable de la Historia para entender procesos y episodios complejos sin alimentar la animadversión, transitando por tres siglos de vínculos que unen mucho más que separan.
Según Alberto Sabio, profesor de Historia Contemporánea y comisario de la exposición: «A menudo desde Cataluña vinieron aires de renovación y, en este sentido, la muestra pone énfasis en décadas de convivencia fructífera y amistosa, no exenta en ocasiones de conflictos, como suele ocurrir entre viejos vecinos de territorios colindantes, pero siempre se encontraron vías de colaboración y caminos que avivaban diálogos.
Partiendo de esta base, a lo largo de la exhibición se apuesta por mostrar las complementariedades históricas, dando cuenta de las amplias influencias desarrolladas entre los aragoneses y esas “tierras al Este” a las que se refiere la canción de José Antonio Labordeta».
Se trata, en suma, de favorecer un mayor conocimiento de las interrelaciones históricas entre ambas sociedades para “reconocerse” mejor, sin practicar la ignorancia recíproca. El desconocimiento mutuo hace que funcionen mejor los tópicos. Por eso, frente a determinados delirios y mitos historiográficos, el mejor antídoto suele ser el trabajo de los historiadores. De ahí que esta muestra pretenda comparecer ante la opinión pública con un discurso histórico riguroso y con información fidedigna avalada por las fuentes documentales.
El Aragón del siglo XXI, con Cataluña cerca en todos los sentidos, tiene más posibilidades de robustecerse. Y, a la luz de la historia que queda atrás, Aragón puede reclamar con toda justicia su papel para ejercer de mediador en la mal llamada “desconexión” entre Cataluña y el resto de España, con vistas a encontrar soluciones integradoras. Los aragoneses están muy interesados en este proceso, como demuestra la dilatada interacción histórica entre ambos territorios que subraya esta exposición.